El pasado 3 de mayo la cronista Margarita Caules publicó un extenso artículo en su sección “Xerradetes de Trepucó” del Diario Menorca bajo el título “Los penitos y episodios de la temida penitenciaría de La Mola”.
La crónica de los hechos vividos en primera persona por la escritora reflejan como “algunos reclusos intentaban fugarse cuando se acercaba la fecha de ser trasladados a otra penitenciaría, siendo aquella huida la posibilidad de ser internados de nuevo en la de Mahón, siempre más protegidos y respetados que en otras donde los castigos y los trabajos serían más duros. Como ellos mismos en ocasiones solían explicar al personal del remolcador de La Mola, ¿a dónde irían mejor tratados, con más tranquilidad?.”
Prosigue la escritora recodando que “entre los penitos hubo hombres muy habilidosos, unos trabajaban la madera haciendo cajas que revestían con hilos de mil colores, con su tapa y en el interior colocaban un espejito a modo de joyero. Otros con hilaturas de seda montaban auténticas filigranas, tapetes, figuritas, marcos para fotografías, en ocasiones se vieron expuestos en el comercio de fotografía del Sr. Juanito Sturla de la Plaza del Carmen esquina con la del Norte.“
Margarita Caules comenta que también escuchó que “antes de la guerra, se iniciaron los primeros trabajos de lo que llegaría a ser el primer aeropuerto de la carretera de Sant Lluís, donde fueron empleados algunos de los penitos.”
En definitiva,se trata de un artículo que rememora un episodio real que forma parte de la historia de Menorca y que se produjo en la Fortaleza de Isabel II.