En el siguiente vídeo se explican las características principales del Castillo de San Felipe antes de su derribo.
Delante de los 4 baluartes se edificaron las 4 contraguardias y, entre ellas, se construyeron los revellines. Más a vanguardia, como primera línea de defensa, las lunetas o los reductos exteriores.
En la línea marítima levantaron 4 fuertes, el de Malborough, en la Cala de San Esteban, que evitaba un posible posicionamiento de la artillería enemiga sobre el Cerro del Turco, y ampliaron el fuerte de San Carlos en la entrada del puerto. Si el Fuerte Felipet y el Castillo de San Felipe eran rebasados, como última línea de defensa quedaban los fuertes de Argyll y de Anstruther.
Todas estas defensas de superficie estaban reforzadas por más de 8 kilómetros de galerías subterráneas que unían las posiciones centrales con las exteriores, a cubierto del fuego enemigo. Bajo tierra nos encontramos las galerías de defensa y de combate, que junto a las galerías de comunicación y ramales permitían moverse a los defensores, multiplicando así su capacidad defensiva. Todo un entramado de contraminas, hornillos y cámaras preparadas para explosionar al paso del enemigo componían las defensas subterráneas del Castillo de San Felipe.