En las diferentes dominaciones que tuvo Menorca, las escuadras enemigas eligieron diferentes puntos de desembarque.
En septiembre de 1708, James Stanhope al mando de una escuadra británica desembarcó en Alcaufar, en el sureste de la Isla. En abril de 1756, el duque de Richelieu desembarcó en Ciudadela. En agosto de 1781, el duque de Crillón desembarca en Cala Mezquida y en noviembre de 1798 el General Charles Stuart desembarca en Port Addaia y conquista la Isla en sólo una semana.
Esto fue debido al gran Castillo de San Felipe, extraordinaria fortaleza defensiva que cumplió siempre su misión de cerrar el puerto de Mahón.
El Castillo español del siglo XVI tenía cuatro baluartes y los cuatro estaban orientados a los cuatro puntos cardinales. Además, tenía un foso seco y el castillo se tardó aproximadamente en construirlo unos 50 años.