Sin duda, la zona este de la Isla es la que aglutina más monumentos de tipo defensivo-militar de Menorca. Ello es lógico si tenemos en cuenta que el mar era la única entrada a Menorca años atrás, y que el puerto de Mahón fue el más codiciado de la isla, por estar situado en un punto estratégico y por sus características que permitían un atraque seguro.
Por tanto, se hizo imprescindible defender la entrada al puerto. Aquí encontramos la Fortaleza de la Mola, el Hospital Militar de la isla del Rey, el Lazareto, la Base Naval, las torres de Cala Teulera y Felipet, … y hacia la bocana, el Fuerte Marlborough, el Castillo de San Felipe y la Torre d’en Penjat, entre otros.
Addaia, un pequeño y encantador puerto con una de las torres de defensa costera mejor conservadas. No se puede acceder a su interior, pero se puede visitar exteriormente.
Sa Mesquida, situada al norte, conserva una torre de defensa, si bien al ser de propiedad privada, no puede visitarse.