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Un museo con mucha historia
Sep
El edificio que ocupa el Museo Militar de Menorca es el antiguo Cuartel de Calacorp, construido en el año 1771, cuando se hizo patente el perjuicio que suponía para la defensa del Castillo de San Felipe la proximidad del arrabal.
Por eso, todo el arrabal inmediato al castillo se demolió y se construyó el nuevo a más distancia de la fortificación, con un trazado rectilíneo de sus calles y una gran explanada bordeada por tres grandes edificios donde se alojaron las tropas inglesas.
El Cuartel de Calacorp está formado por un edificio rectangular de dos plantas con un torreón en la parte central. En el año 1781 alojó las tropas españolas que asediaban el Castillo de San Felipe. Más tarde, se convirtió en un Hospital Militar y, durante el año 1811 acogió la Academia de Artillería durante la invasión napoleónica de España.
Cuando a mediados del siglo XIX se construía la Fortaleza de Isabel II de la Mola, alojó las familias de los obreros que allí trabajaban y, de nuevo a finales de siglo y hasta hace algunos años, también fue la residencia de la Plana Mayor del Regimiento de Artillería de Costa de Menorca.
El Museo Militar de Menorca se inauguró, en un principio, en un vetusto polvorín del siglo XVIII que formaba parte del Castillo de San Felipe.
En la planta baja y en el primer piso se disponen, bajo los pasillos abovedados, más de 18 salas en las que el público puede llevar a cabo un recorrido de todas las épocas de la historia de Menorca, desde la prehistoria hasta nuestra historia contemporánea.
Este año se ha reformado el diseño de las salas de Infantería, la de Ingenieros (zapadores y transmisiones) y, finalmente, la de Sanidad. Por lo tanto, son tres nuevas salas destinadas a las visitas del público en general.
El Museo Militar de Menorca incluye, además, desde hace dos años, un nuevo acceso a los antiguos túneles subterráneos de la Guerra Civil, ubicados en el subsuelo de la Plaza Explanada de Es Castell. Durante el recorrido por dichos túneles los visitantes podrán escuchar el ruido exacto que hacían los aviones y las bombas que lanzaban, provocando una sensación escalofriante, según algunos testimonios que han realizado la visita y vivieron los hechos.