La reina Isabel II, que se encontraba en Menorca, visitó la Mola el día 18 de septiembre de 1.860. Acompañaban a Su Majestad los ministros de la Guerra, Marina y Fomento, así como diplomáticos extranjeros y varios generales.
El coronel Romero, jefe de las obras, acompañaba a los Reyes en su visita en cada una de las construcciones que se estaban realizando.
Isabel II quedó muy satisfecha y, debido a eso, concedió al coronel Romero la encomienda de Carlos III. Como consecuencia de dicha visita de la Reina, se incrementó el trabajo en la fortaleza con el refuerzo de dos compañías de obreros del Cuerpo de Ingenieros, alcanzando así el número de 3.000 trabajadores.
El proceso de construcción de la Fortaleza de Isabel II fue muy largo, de manera que el 15 de septiembre del año 1.876 el total invertido en las obras alcanzó la cifra de 8 millones 690.000 euros.